Félix

Después de mí no hay nadie

El perdonavidas no es exactamente un maltratador, aunque como animal de compañía, puede resultar muy dañino. Es el equivalente, con premeditación y alevosía, del machista de toda la vida, de ese que considera que su mujer es poco más que una combinación de olla express y vaporeta. Se les cala a la tercera frase. Aunque ellos crean que su camuflaje es perfecto, les delata su chulería innata y su propensión a pensar que Jennifer López ha triunfado por su culo. Imposible hacerles entender que ellos, con el culo de Jennifer, seguirían siendo unos mediocres.
Ely del Valle